Nuestra línea se conforma a base de productos biológicos elaborados con diferentes familias de microrganismos vivos (hongos y bacterias principalmente) con funciones diversas como: inoculantes, biofertilizantes, fijadores de nitrógeno y de fósforo, estimuladores de crecimiento, insecticidas, fungicidas, aceleradores naturales de la descomposición de materia orgánica para elaborar compostas, entre otros que nos permiten obtener buenas cosechas a través de mejores prácticas de producción agrícola, recuperar nuestros suelos y hacerlos más productivos y sustentables.
Los productos biológicos del Vergel van encaminados a implementar tecnologías bioracionales que representen un bajo o nulo impacto al medio ambiente.
Produce metabolitos que inhiben el desarrollo y la propagación de patógenos. Esta formulación está diseñada para la prevención y control del cáncer bacteriano (Clavibacter michiganensis).
Cuando se utiliza solo, tiene un efecto de repelencia, así como acción insecticida, acaricida y nematicida, ya que por sus propiedades adherentes como aceite cubre huevecillos, ninfas y pequeños insectos provocando asfixia.
Las compostas obtenidas pueden utilizarse como abonos orgánicos con fines de regeneración de suelos, como abonos para la agricultura, jardinería, producción forestal y producción de todo tipo de plantas en vivero o almácigos sin problemas de contaminación.
Compite y produce compuestos orgánicos que inhiben el desarrollo de los patógenos del suelo, del follaje y post-cosecha de la mayoría de los cultivos.
La cepa de Beauveria bassiana utilizada en la elaboración de Myco-ralis es altamente efectiva, presenta una fuerte efectividad en el control de insectos chupadores principalmente mosca blanca en todos sus estadios de desarrollo, como huevos, ninfas, pupas y adultos y también en pulgones, chinches, trips, paratrioza y picudos.
Contiene endomicorrizas o micorrizas de cepas nativas de México, aisladas de plantas que se desarrollan en condiciones climáticas extremas.
Las micorrizas son hongos benéficos que se asocian con las raíces de las plantas a través de una simbiosis en la cual ambos se benefician con lo que se obtienen cultivos mejor nutridos y más sanos y se incrementan los rendimientos y la calidad de los cultivos y frutos.